Con el Coronavirus pululando por todo el mundo y la necesidad que hubo en marzo de cerrar todo y quedarnos en casa, muchas empresas se vieron obligadas a echar el cierre, viéndose afectada así toda su economía y la de sus trabajadores. Por eso, muchas de ellas se vieron obligadas a presentar ERES Y ERTES y así poder aguantar esta crisis que se nos ha venido encima sin esperarlo, pero hay gente que todavía no tiene claro la diferencia entre un ERE Y ERTE. Por eso, nosotros vamos a explicártelo.
¿Qué diferencias hay entre un ERE Y ERTE?
Ya de primeras, sus siglas nos avisan de que la diferencia está clara. Un ERE es un Expediente de Regulación de Empleo. Es decir, una vez este se aplique es ya irrevocable. Y un ERTE es un Expediente de Regulación de Empleo Temporal. Por lo tanto este se establece durante un periodo limitado de tiempo.
Ambas situaciones se encuentran reguladas dentro del Estatuto de los Trabajadores. El ERE provoca despidos efectivos. Y el ERTE no se trata de despidos de hecho, sino suspensiones temporales de parte o de toda la plantilla. Por su parte el ERE se aplica cuando la empresa echa el cierre definitivo. Mientras que la empresa que aplica un ERTE puede seguir en activo.
La aplicación de uno u otro también depende del tamaño de la empresa. Un ERTE puede aplicarse a cualquier compañía, independientemente del número de empleados con los que cuente. Por contra, un ERE tiene que afectar a 10 empleados en compañías con menos de 100 trabajadores, el 10% en las que tienen entre 100 y 300 trabajadores y a 30 si se cuenta con una plantilla de más de 300 personas.
Por tanto, las diferencias están claras entre un ERE y un ERTE.
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