A veces nuestro trabajo nos agobia, nos estresa y no nos sirve con respirar profundo y seguir al día siguiente. Necesitamos un kit kat, una pausa durante un tiempo. Ni con unas vacaciones se soluciona a veces este estrés. Tú lo que necesitas es una excedencia de trabajo. Puedes tener muchos motivos para pedir una excedencia en el trabajo, desde estar enfermo o sufrir ansiedad hasta querer viajar por el mundo. La excedencia es un derecho de los trabajadores recogido en el Estatuto de los Trabajadores.
¿Qué es una excedencia?
La excedencia es un paro temporal del contrato de trabajo que tenemos con la empresa, por tanto tu deber de asistir y el deber de la empresa a pagarte serán extinguidos. Eso sí, las relaciones con la empresa seguirán vigentes y si quieres volver podrás hacerlo. Siempre y cuando la empresa tenga un puesto vacante en ese momento. La incorporación no está garantizada después de la excedencia.
¿Qué debes hacer para pedir una excedencia de trabajo?
En cada sector el convenio es el que regula como serán las excedencias, pero hay algunas pautas a seguir que son comunes en todos los sectores.
- Tienes derecho a pedir excedencia si llevas más de un año trabajando en la empresa y no hace más de cuatro años que pediste una.
- La duración de la excedencia puede ser de cuatro meses a cinco años como máximo.
- Si cumples los requisitos, la empresa está obligada a concedértela. Deberás aportar un escrito con un mes de antelación para que la empresa se organice.
- No tienes por qué alegar los motivos de tu solicitud.
- Durante la excedencia puedes trabajar en otra empresa y tener los mismos derechos que en la anterior.
- Una excedencia no es una cosa tan fácil, podrías hacerlo con flexibilidad y quedando de acuerdo con la empresa para facilitar luego la incorporación al puesto. Piénsatelo muy bien antes de solicitarla y deja las cosas claras antes de salir.
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