Toda boda hace ilusión. Los novios cuidan hasta el último detalle, poniendo todo su esfuerzo para que todo esté a gusto de todos y para que esa boda con la que siempre soñaban se haga realidad. Pero hay algo en lo que los novios no piensan: el régimen económico de su enlace. El matrimonio va más allá de una bonita celebración, es un compromiso que afecta a la vida de dos personas que empiezan a compartir todo, incluso el patrimonio que ambos posean por su parte. Antes de una boda hay que pensar en si hacer separación de bienes o vivir en régimen de gananciales, pero ¿Cómo sé cuál es la mejor opción? Sigue leyendo que te lo contamos.
Régimen de gananciales
Es el que más existe en España, y es el que se da en un matrimonio por defecto. Es decir, si antes del matrimonio no has firmado ningún tipo de régimen económico, la economía de tu matrimonio se definirá por el régimen de gananciales. ¿Qué quiere decir esto? Pues que todo lo que la pareja compre dentro de su matrimonio será de ambos, es decir, creará un patrimonio común. Si en algún momento hubiera que vender algo, ambas partes deben estar de acuerdo, lo que dificulta las separaciones, ya que una vez que el matrimonio se disuelve, ambos tienen poder de los bienes que poseen, por tanto deben estar de acuerdo ambas partes para poder venderlos. Es lo más negativo de este régimen.
Separación de bienes
La pareja decide firmar un acuerdo patrimonial antes del matrimonio en el que se decide que cada uno será dueño del patrimonio que cada uno tiene por sí solo. Es decir, si la casa que compren está a nombre de solo uno de ellos, será esa persona la única dueña de la misma, por lo que en caso de separación, si la persona que tiene posesión de la casa quiere venderla está en todo su derecho aunque la otra persona no quiera. Por tanto, vemos que mientras no haya ningún tipo de separación del matrimonio da igual en el régimen en el que esté. El problema llegará en caso de disolución del mismo, aquí empezarán los problemas si estás en gananciales sobre todo, porque dos personas que acaban de separarse no llegarán nunca a estar de acuerdo en algo.
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